
La CES advierte de los efectos de la limitada capacidad de la red eléctrica
La Confederación Empresarial de Sevilla (CES) alerta de la limitada capacidad de la red eléctrica, una situación que pone en riesgo inversiones estratégicas y compromete el desarrollo económico de la provincia. No se puede tolerar que empresas interesadas en establecerse en Sevilla, con el objetivo de generar riqueza y empleo, se vean impedidas, así como que las que ya operan en la provincia enfrenten restricciones que limiten su expansión y la realización de nuevos proyectos. Es fundamental que la provincia cuente con una infraestructura eléctrica suficiente para garantizar el futuro de la industria, la movilidad y las inversiones del tejido empresarial.
Los mapas de capacidad de la red eléctrica para conectar nueva demanda muestran que Andalucía está prácticamente saturada y al límite de su capacidad para asumir nuevos proyectos: desde industrias clave y desarrollo de suelo para vivienda, hasta centros de datos o plantas de generación renovable. En Sevilla, solo el 7,25 % de la red puede destinarse a nuevos usos y, de los 198 nudos existentes, 188 ya están completos.
La falta de capacidad eléctrica supone un freno para la industria, que debería ser un cimiento fundamental y estable de la economía. De hecho, los empresarios llevan años reclamando y trabajando para alcanzar el objetivo europeo de que el 20 % del PIB sevillano sea industrial. El empleo cualificado y estable que genera, junto con su capacidad de innovar y de extender la tecnología, erige a la industria como una actividad puntera y esencial para el crecimiento de la región. Además, provoca un fuerte efecto arrastre, impulsando el desarrollo de empresas auxiliares y fortaleciendo toda la cadena productiva, lo que la convierte en un motor clave para la competitividad a largo plazo.
En un mundo cada vez más interconectado, donde la competencia ya no es local sino global, el otro gran desafío es el crecimiento empresarial. Este es clave para acceder a financiación, atraer talento y consolidar alianzas estratégicas. No podemos crear obstáculos que limiten su desarrollo. Es fundamental que las compañías puedan invertir en nuevos procesos, incorporar tecnología avanzada y participar en cadenas de valor nacionales e internacionales, sin que factores externos paralicen su capacidad para mejorar la productividad y contribuir al dinamismo económico de la región.
Tampoco podemos ignorar el impacto que esta situación tendrá en la vivienda. A la sobrerregulación y la elevadísima fiscalidad —España aplica el tercer tipo máximo más alto de Europa en transacciones, con un 11 %, solo por detrás de Bélgica y Reino Unido, según el INE— se suma la escasez y falta de suelo disponible, un problema que se agrava si no se garantiza el suministro eléctrico necesario para su desarrollo.
Asimismo, la falta de Presupuestos Generales del Estado este año añade incertidumbre a la situación. Sin las partidas necesarias para avanzar en proyectos estratégicos, se retrasan mejoras esenciales que permitirían mantener la competitividad y aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento y empleo en Sevilla.
La regulación no puede ser un freno al enorme potencial de Sevilla, que viene experimentando desde 2023 un crecimiento exponencial, mientras el modelo de red actual contempla únicamente un crecimiento vegetativo. De este modo, la planificación se centra exclusivamente en la evolución demográfica, sin considerar el desarrollo de empresas, sectores productivos e industrias, ni las inversiones exponenciales necesarias para su expansión o implantación en la provincia.
Por todo ello, los empresarios de Sevilla piden a las administraciones adoptar medidas urgentes que permitan agilizar las inversiones en infraestructuras eléctricas, aumentando la capacidad de las redes y garantizando que las compañías puedan operar y crecer sin restricciones.