La Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo ha aprobado por unanimidad la colocación de una placa en la calle Álvarez Quintero en homenaje a Juan Robles, referente de la gastronomía sevillana. La placa estará ubicada junto al restaurante Casa Robles, buque insignia del Grupo Robles que este empresario fundó.
Se trata de una propuesta presentada por Aprocom en representación de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y que el Ayuntamiento de Sevilla, a través del Distrito Casco Antiguo, va a tramitar, ya que viene motivada por la contribución de este hostelero al desarrollo de la economía sevillana, por su trayectoria empresarial y por su dedicación al mundo de las organizaciones empresariales.
El delegado del Distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera, ha destacado que “la trayectoria de Juan Robles fue un gran ejemplo de cómo gestionar y de cómo hacer crecer una empresa que ha sido referente de la gastronomía sevillana y que ha creado muchos puestos de trabajo. Además, Robles fue un apasionado de su ciudad y, por ello, es de justicia este homenaje que se le va a brindar con la colocación de esta placa y así lo demuestra el hecho de que la propuesta haya sido aprobada por unanimidad por parte de todos los grupos políticos y las entidades que forman parte de la Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo”.
“Juan Robles ha sido un gran persona y un referente como empresario, siempre comprometido con su tierra, en su dilatada y fructífera trayectoria empresarial ha consolidado un grupo empresarial, ha creado numerosos puestos de trabajo, ha participado en proyectos de inserción laboral de colectivos con dificultades y ha expandido la gastronomía andaluza por el mundo, y queremos todo esto se recuerde, que siga siendo inspiración para todos”, ha afirmado el presidente de los empresarios de Sevilla, Miguel Rus, explicando la petición que ha hecho la CES al Ayuntamiento de colocar una placa al hostelero.
Tal y como consta en la propuesta, Juan Robles (1935-2021) siempre tuvo presente sus inicios y las enseñanzas de su padre, un experto vinatero que vendía en Sevilla parte de los mostos, vinos blancos y aguardientes que procedían de Villalba del Alcor.
Fue en 1954, cuando se abrió, junto a la Catedral el que sería emblema definitivo de la actual Casa Robles, una pequeña bodega de la que se hizo cargo cuando tenía 19 años. Tras más de 60 años de existencia, este empresario supo seguir manteniendo vivo el espíritu de sus inicios y avanzar hacia el futuro, arriesgando con paso firme en un sector tan competitivo como el hostelero.
El Grupo Robles es un exponente de la cocina sevillana, un ejemplo de cómo lo tradicional y autóctono, no está reñido con la innovación, la modernidad y la búsqueda de nuevas recetas. El reconocimiento a nivel internacional de su trabajo, lo confirman la inclusión en las guías turísticas y gastronómicas del mundo, y la presencia de Robles Restaurantes en los principales foros de promoción turística que se celebran en el exterior.
Su apuesta por la empresa, por el riesgo y por el trabajo en equipo, la complementó durante toda su vida con su contribución al movimiento empresarial sevillano y a la promoción de las organizaciones empresariales, especialmente las del sector hostelero.
Firme creyente de las organizaciones empresariales, siempre consideró que el mejor camino para hacer una sociedad más próspera y más justa es a través del impulso de los empresarios y de la creación de empleo. Siempre estuvo al lado de las organizaciones empresariales, entendiendo que la unión empresarial era el mejor medio para defender los intereses empresariales.