Los empresarios preocupados de que suba el paro en Sevilla tras siete meses de descensos

03/11/2021

En la provincia de Sevilla, el mes de octubre se cerró con 189.628 personas desempleadas. Si lo comparamos con el pasado mes de septiembre, el número de parados ha aumentado en 1.888 personas (1,01%). La tasa de paro queda así en un 20,23% (población activa de 937.500 personas), es decir, una de cada cinco personas está desempleada en Sevilla.

Si lo comparamos con el resto de las provincias andaluzas, Sevilla se situó en primer lugar con mayor número de desempleados, seguido de Cádiz con 152.083 desempleados y de Málaga con 151.765 parados. Con respecto al resto del país, Sevilla se sitúa en cuarto lugar después de la Comunidad de Madrid (401.564 desempleados), Barcelona (273.866 desempleados) y Valencia (205.087 parados).

Los empresarios de Sevilla estamos preocupados porque con esta subida se rompe la racha de siete meses consecutivos de bajadas del paro, gracias a las vacunas, y con ello, la mejora sanitaria y la disminución de las restricciones.

Esta ruptura de tendencia coindice con las alertas de los empresarios y su preocupación por una posible desaceleración de la recuperación. Una recuperación marcada por las subidas de los precios de la luz y los materiales, que está lastrando la productividad y competitividad de nuestras empresas.

No hay que olvidar que hemos vivido una terrible crisis sanitaria, que ha derivado en una crisis económica sin precedentes que ha tenido un fuerte impacto económico, muy especialmente, en las pymes, en los autónomos, en el empresariado local y en los sectores que son motor de nuestra economía como la hostelería, el turismo, la aeronáutica, la industria automovilística o el comercio. Muchas de estas empresas todavía no se han podido recuperar. La larga crisis ha desbordado reiteradamente las previsiones de las empresas.

Por tanto, no podemos mirar a otro lado ante las graves consecuencias que sigue dejando esta crisis en nuestra economía y en nuestro tejido empresarial. En este contexto, oír hablar de la intención de iniciar una derogación de la reforma laboral, sin tener en cuenta a las necesidades de las empresas, nos parece una irresponsabilidad en estos momentos tan extraordinarios que vivimos.

Además, reiteramos que el dialogo social debe ser, más que nunca, el escenario institucional propicio para la identificación de los principales retos que afronta el país, así como para la búsqueda de propuestas para la reactivación económica. Entre todos, tenemos que establecer medidas destinadas a la creación y protección del empleo, que son la mejor política social y la mejor receta para conservar el tejido productivo.

 

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