En la provincia de Sevilla, el mes de septiembre se cerró con 219.218 personas desempleadas. Si lo comparamos con el pasado mes de agosto, el número de parados ha disminuido en 7.035 personas (3,11%). En relación con el mismo mes del pasado año, se produce un incremento de 36.891 desempleados más, lo que supone un incremento porcentual del 20,23%.
Estas cifras ponen de manifiesto el gran esfuerzo del tejido empresarial de la provincia por recuperar, en la medida de lo posible, la normalidad económica y la vuelta a la actividad, en un entorno difícil y de gran incertidumbre marcado por los rebrotes de la Covid-19, las restricciones y las decisiones de las diferentes administraciones, así como de los países de nuestro entorno.
En este sentido, los empresarios seguimos insistiendo en que es necesario garantizar la seguridad jurídica, política y económica que nos permita la certeza necesaria para desarrollar la actividad empresarial. Sólo desde la certidumbre podremos generar la confianza que facilite la inversión y el desarrollo económico y social.
Asimismo, los empresarios venimos pidiendo a las diferentes administraciones una agenda en la que la prioridad sean las políticas de reactivación económica, sobre la base de una política presupuestaria y fiscal que favorezca la inversión y la actividad productiva. Como han hecho otros países de nuestro entorno, la política fiscal debe ponerse al servicio de este objetivo, ya que sólo consiguiendo recuperar niveles de empleo se generarían ingresos sostenibles en el tiempo.
Al mismo tiempo, es imprescindible apoyar a los sectores más dañados de nuestro tejido productivo, como la industria turística, un sector transversal de la economía sevillana que se encuentra prácticamente paralizado, el aeronáutico o el transporte escolar y de viajeros. De modo que es necesario el mantenimiento de medidas destinadas a la creación y protección del empleo, que son la mejor política social y la mejor receta para conservar el tejido productivo.