La provincia de Sevilla terminó octubre con 221.368 desempleados, tras una subida mensual de 2.150, lo que supone un incremento respecto a septiembre del 0,98%. En relación con el año anterior, Sevilla ha registrado 34.112 parados más, lo que supone un aumento del 18,22% desde el pasado octubre de 2019.
Estas cifran reflejan la gravedad de las consecuencias que esta pandemia sigue provocando en nuestra economía, especialmente en las empresas, motores de crecimiento y empleo.
Por ello, desde la Confederación de Empresarios de Sevilla, seguimos insistiendo en que los proyectos de presupuestos de las distintas administraciones para el próximo ejercicio tienen que tener el máximo de ayudas para el tejido productivo y para incentivar la inversión, y desde luego evitar cualquier tipo de subida en la presión fiscal a las empresas como única vía para la reactivación económica. Además, es imprescindible reforzar la colaboración público- privada y buscar un espíritu de acuerdo y diálogo sobre el que pivoten las principales políticas.
Asimismo, ahora es fundamental tener la estabilidad jurídica, política y económica necesaria para poder trabajar. Es un momento en que los empresarios tenemos que tomar decisiones difíciles y necesitamos la máxima certeza y no la improvisación.
Todavía hay muchos negocios no han podido volver a abrir. Necesitamos más ayudas que impulsen la actividad empresarial e incentivos encaminados a garantizar los empleos más allá de los ERTE. Hay que recordar que más del 95% del tejido productivo son pymes, micropymes y autónomos, lo que las ha hecho mucho más vulnerables ante el freno de la actividad y la pérdida de ingresos. Si no somos capaces de salvar a las empresas perderemos el motor económico de esta provincia y, claramente, cientos de miles de puestos de trabajo.