
Con un presupuesto de 3.200 millones de euros, se podrían construir cuatro puentes y medio entre Dos Hermanas y Palomares
- La falta de inversión está directamente relacionada con los altos niveles de exclusión social: no es casualidad que seis de los quince barrios más pobres de España estén en Sevilla
- La SE-40 acumula veinte años de retrasos y no hay otra obra de similar envergadura en España pendiente de ejecución
Ante la reciente noticia de que el Ministerio de Transportes y la Generalitat han acordado invertir 3.200 millones de euros en la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) considera que se trata de un agravio hacia Sevilla, donde numerosas infraestructuras llevan años paralizadas, sin presupuestos y con retrasos, como la SE-40, la red de metro o la conexión ferroviaria Aeropuerto–Santa Justa y se preguntan todo lo que se podrían haber hecho en esos años con una inversión equivalente.
Con un presupuesto de 3.200 millones de euros, se podrían construir cuatro puentes y medio como el previsto entre Dos Hermanas y Palomares, cuyo coste se ha estimado en 688 millones de euros (IVA del 21 % incluido). Además, con esa inversión sería posible ejecutar dos o incluso tres veces los proyectos de túneles para la SE-40, cuyo coste se estimaba entre 1.077 y 1.826 millones, dependiendo de si se opta por la alternativa corta o larga, respectivamente. Por último, dado que la tuneladora del túnel de la SE-40 costó 37 millones de euros, con esa cantidad se podrían haber adquirido hasta 87 máquinas similares.
Desde la CES recuerdan que infraestructuras clave como la SE-40 llevan veinte años de retrasos y que no existe ninguna otra obra de esta envergadura —por rango de habitantes, servicio e importancia estratégica— que esté tan pendiente de ejecución en el conjunto del país. Los primeros estudios informativos se remontan al año 2000 y las obras comenzaron en 2007. Hoy, veinte años después, solo se han ejecutado 39 de los 79 kilómetros totales. Ni siquiera la mitad.
La situación del metro de Sevilla es otro ejemplo del retraso acumulado. Es la única ciudad europea de su tamaño que no cuenta con una red de metro completa. Aunque el proyecto comenzó a idearse en 1972, solo dispone de una línea operativa desde 2009. La línea 3 ha empezado a construirse recientemente, pero la línea 2 ni siquiera se ha iniciado.
En cuanto a la conexión ferroviaria entre el aeropuerto y Santa Justa, los empresarios califican su ausencia de “inadmisible”. Europa ya ha advertido a España por incumplir la normativa que exige una conexión por tren en aeródromos con más de cuatro millones de pasajeros al año, como es el caso del aeropuerto de Sevilla.
A esta lista de agravios se suman los problemas constantes en la red de Cercanías, las incidencias en el AVE y la falta de avances en la prometida ampliación del Museo de Bellas Artes. También destaca la situación del Puerto de Sevilla, el único puerto interior de España, cuya singularidad implica un mayor coste de mantenimiento. Esta condición se reconoce económicamente en otros puertos como los insulares, pero no se aplica en el caso sevillano.
Asimismo, el continuo colapso en las comunicaciones con otras provincias lastra gravemente la competitividad de Sevilla. En el caso de Cádiz, ya en enero de 2020, tras la liberación del peaje, advertimos que la AP-4 no podría absorber todo el tráfico. Desde entonces, la circulación se ha incrementado un 50 %, y el tráfico pesado se ha triplicado. Actualmente, unos 85.000 vehículos transitan diariamente por los distintos tramos, con el consiguiente aumento de la siniestralidad. Por ello, resulta urgente completar el desdoble de la N-IV y habilitar un tercer carril en ambos sentidos para aliviar la congestión de la AP-4.
Una situación similar se vive en la A-49, que conecta Sevilla con Huelva. Es imprescindible ampliar esta autovía mediante la construcción de un tercer carril, con el objetivo de reducir la elevada intensidad de tráfico diario y compensar la ausencia de alternativas de transporte, como el ferrocarril. Se trata de una actuación largamente demandada, que acumula más de 20 años de retraso y cuyas carencias provocan importantes problemas de congestión, especialmente los fines de semana y en temporada estival. Además, es fundamental garantizar un mantenimiento adecuado de todas estas carreteras para preservar su seguridad y funcionalidad.
Todo ello evidencia un abandono sistemático por parte del Estado, que pone en jaque el futuro de Sevilla y bloquea su desarrollo. La AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) confirma que Sevilla es la provincia que menos inversión en infraestructuras ha recibido desde 1985.
Sin infraestructuras no hay desarrollo, lo que condena a Sevilla a la pobreza. La falta de inversión está directamente relacionada con los altos niveles de exclusión social: no es casualidad que seis de los quince barrios más pobres de España estén en Sevilla, de acuerdo con los datos del INE. Es hora de que Sevilla deje de ser la gran olvidada y reciba la inversión que merece para garantizar su futuro.